Si eres directivo, subordinado, ama de casa, padre de familia, profesora universitaria, maestro, deportista, estudiante, profesional, contable, emprendedor….. Da igual en que rol de tu vida te centres, para desempeñarlo bien y ser feliz necesitas ser Emocionalmente Inteligente.
Podemos ser muy inteligentes, sacar altos índices en los Test de Inteligencia convencionales….. y aún así…. ser una persona solitaria, asilada, triste, gris… En cambio, podemos no ser tan listos como para resolver complejas ecuaciones, pero poseer las habilidades sociales necesarias para un sano desarrollo de nuestra vida.
¿Quieres saber si te falta Inteligencia Emocional?
Empieza por auto-analizar tu conducta, tus respuestas, en las siguientes situaciones:
1. Querer tener siempre la razón y la última palabra en discusiones, reuniones, decisiones.
2. Encontrar siempre un culpable para todo, o bien señalar que ha sido por circunstancias externas, obviamente, nunca tu responsabilidad.
3. Vivir en el papel de víctima de todo lo que ocurre y de todas las personas. Lo malo siempre te persigue.
4. Utilizar siempre excusas para no ser responsable de nuestra falta de éxito ni responsabilizarnos de nuestra vida.
5. Ser excesivamente pesimista, solo ver las nubes, olvidando que el sol sigue estando allí.
6. Ser susceptible, intolerante, ofenderse y enojarse con demasiada facilidad.
7. Vivir sumido en la desconfianza, ver indicios de complots por todos lados.
Si reconoces y aceptas que tienes problemas con alguno de estos siete puntos habrás dado un paso de gigante. Uno de los pilares de la Inteligencia Emocional es el autoconocimiento. Reconocer nuestros errores, nuestras debilidades, es, el inicio hacia el éxito.
La inteligencia convencional, difícilmente puede ser mejorada, en cambio, la Inteligencia Emocional se puede trabajar para incrementar nuestros niveles día a día. Estos siete puntos, no son más que conductas, formas de responder a las circunstancias. Una vez que cambiamos nuestro punto de vista, cambiamos nuestra distinción de los hechos, cambian nuestras emociones y así, también cambian nuestras reacciones. Cuando asumimos que la gente hace cosas sin un claro sentido de perjudicarnos, dejamos de ver complots, dejamos de sentirnos amenazados y entonces, es ahí cuando cambiamos nuestra actitud hacia los demás. Cambiamos esa conducta de desconfiar de todo y de todos.
Lo más importante que debes aprender hoy, es que si asumes el papel de Protagonista de tu vida, dejando de lado: culpables, excusas, victimismos, complots y tomando la responsabilidad en diseñar un presente a tu gusto, habrás conseguido acrecentar tu Inteligencia Emocional.
El paso hacia la felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario