Reconocimiento facial de Facebook
debate mundial sobre la privacidad.
Las escenas de la películaMinority Report muestra una sociedad en la que el reconocimiento del iris es una práctica común. Este uso de la biometría para la identificación personal es uno de los sistemas más fiables, pero requiere una compleja infraestructura. Uno de los métodos de reconocimiento que mejor funcionan en la distancia son los patrones faciales, que arrojan buenos resultados incluso a partir de una fotografía.
Facebook extendió a principios de junio el reconocimiento facial para las fotografías que se suben a la red social. Esta funcionalidad, diseñada para que sea más sencillo etiquetar a las personas que aparecen en las imágenes, ha reabierto el debate sobre la pérdida del control del usuario sobre su privacidad y su propia imagen.
Antes de que el reconocimiento facial propiciase el etiquetado casi automático, los usuarios de Facebook añadían más de cien millones de etiquetas diarias en sus fotos. Con el nuevo sistema se desconoce la cifra, aunque el hecho de que cada mes se incorporen 3.000 millones de imágenes a la red social ha hecho pensar a muchos que esta podría albergar la mayor base de datos del mundo y, con el etiquetado automático, una de las más completas.
Debate en la UE
Hasta la aparición en Facebook de la herramienta Sugerirme para las etiquetas de las fotos de mis amigos, el usuario que subía una imagen tenía que molestarse en etiquetar a cada una de las personas que aparecían en ella. Ahora es el sistema el que escanea las caras de la nueva imagen, busca entre las fotografías subidas anteriormente y, si alguna cara ya etiquetada coincide con los rasgos básicos de las personas que aparecen en la nueva imagen, sugiere su etiquetado directo.
Facebook tiene una base de datos de 750 millones de usuarios. El fiscal general de Connecticut (EEUU), George Jepsen, ya expresó sus dudas sobre el respeto a la privacidad de la nueva herramienta. EEUU fue el primer país en el que la red social puso en marcha el sistema, a finales del año pasado. Facebook se defendió entonces explicando que la invitación al etiquetado automático sólo se produce cuando el usuario añade nuevas fotos, que las sugerencias sólo se producen cuando se trata de amigos y que el reconocimiento facial puede desac-tivarse. Jepsen valoró los cambios realizados en la red y aceptó las explicaciones.
El funcionamiento de la localización mediante patrones y el hecho de que el usuario pueda desactivarla si lo desea no han convencido a Alemania. El presidente de la comisión de protección de datos de Hamburgo, Johannes Caspar, ha pedido a Facebook que "desactive el servicio de reconocimiento facial y elimine la información que ya ha recogido". Caspar argumenta que este servicio viola tanto la ley de protección de datos de la Unión Europea como la alemana, ya que "Facebook otorga a sus usuarios información engañosa y contradictoria".
Las autoridades europeas de protección de datos de los países miembros de la UE, el llamado Grupo de Trabajo del Artículo 29, abordarán el tema después del verano y previ-siblemente, como han hecho con otros servicios, solicitarán información adicional sobre esta herramienta y analizarán si cumple la legalidad en materia de protección de datos.
Permiso previo
El problema básico que han visto las organizaciones defensoras de la privacidad en la red es que Facebook ha activado el reconocimiento facial por defecto. Si el usuario no se molesta en navegar por las opciones de privacidad, la red sugerirá su identificación analizando etiquetas anteriores. Pero no sólo las ONG están preocupadas por el avance de la biometría en las redes sociales. También las empresas privadas. "La mayoría de los usuarios de Facebook todavía no saben cómo configurar sus opciones de privacidad, encontrando el sistema confuso. Es aún más difícil mantener el control cuando se cambia la configuración de Facebook sin su conocimiento", describe Graham Cluley, asesor tecnológico de la empresa de seguridad informática Sophos.
Facebook no utiliza el sistema para etiquetar directamente y siempre requiere de la aprobación del usuario que sube la imagen, pero esto no ha evitado la lluvia de críticas. Para Cluley, la responsabilidad de desactivar el reconocimiento facial no debe recaer en el usuario sino que debería estar inactivo por defecto.
Facebook no es la única compañía que está experimentando con el reconocimiento facial. Google adquirió la semana pasada una empresa surgida del Instituto de Robótica de la UniversidadCarnegie Mellon llamada PittPatt y especializada en reconocimiento de patrones tanto de objetos como de caras y visión por ordenador. Google ya emplea esta tecnología en servicios como su álbum fotográfico Picasa, pero el temor está centrado en que la compañía pueda añadirlo a su red social Google+, que ha conseguido atraer a 25 millones de usuarios en poco más de un mes.
"En Google, la tecnología de visión por ordenador ya se encuentra en el núcleo de muchos productos existentes, tales como Image Search, YouTube, Picasa y Google", ha afirmado PittPatt en un comunicado tras hacerse pública la compra. Otro asunto es cómo se utiliza. El que fuera presidente ejecutivo de Google, Eric Schmidt, ha desmentido que su compañía vaya a aplicar el reconocimiento facial a las búsquedas hasta que se solucionen los problemas de privacidad que puede acarrear. Schmidt calificó la "sorprendente exactitud" de estos sistemas como algo "muy preocupante" para la privacidad de las personas.
Google y Facebook pelean desde hace tiempo en diferentes áreas de negocio en internet. Aunque Schmidt evitó el pasado mayo nombrar a la red social hablando de creación de patrones (días antes de que la red social extendiese el reconocimiento facial a la mayoría de los países), sí afirmó que "alguna compañía cruzará ese límite".
Estas dos empresas no están solas en la experimentación con esta tecnología. Apple adquirió el año pasado Polar Rose, una empresa que trabaja con este tipo de sistemas. Aunque Apple no lo ha confirmado, la red se ha plagado de rumores que afirman que la siguiente versión de su sistema operativo para dispositivos móviles (iOS 5) permitirá a los creadores de aplicaciones utilizar el reconocimiento facial. No sería el primer acercamiento de Apple en este sentido. Su programa iPhoto ya lo incluye, pero el usuario tiene que decidir si quiere emplearlo en sus álbumes.
Qué datos se pueden obtener
Las herramientas de reconocimiento facial pueden ser muy útiles, aunque a los expertos les preocupa qué información puede obtenerse en internet de los usuarios a partir de un rostro. Un grupo de investigadores de la Universidad Carnegie Mellon ha presentado esta semana en una conferencia sobre seguridad informática celebrada en Las Vegas los resultados de varias pruebas utilizando el software de reconocimiento de PittPatt.
En una de ellas lograron identificar a un tercio de los 93 estudiantes que se habían dejado fotografiar a partir de las fotos de los perfiles públicos de Facebook visibles en cualquier buscador. En un segundo experimento localizaron los cinco primeros dígitos de la seguridad social de varios de ellos cruzando esos datos con la información oficial pública disponible en internet. Los investigadores destacan que en principio debería ser posible identificar el número de la seguridad social completo, pero que el tamaño de la muestra utilizada era demasiado pequeño para ser más preciso en los resultados.
"Nuestro estudio no es tanto sobre el reconocimiento de rostros como sobre los problemas de privacidad que plantea la convergencia de diversas tecnologías", explica Alessandro Acquisti, uno de los investigadores de Carnegie Mellon. Acquisti también ha desarrollado una aplicación de realidad aumentada para smartphones que analiza y compara los rasgos de la cara casi en tiempo real. Aunque afirma que no hay planes para lanzarla, también añade que no sería difícil de replicar por empresas interesadas. "Si la cara de un individuo en la calle puede ser identificada utilizando un software e imágenes disponibles en redes sociales como Facebook o Linkedin, entonces es posible no sólo identificar a la persona sino también inferir información adicional y más delicada sobre ella", añade Acquisti, que menciona ejemplos como la solvencia de alguien o su orientación sexual.
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